Si algo tiene unas connotaciones de falta de agradecimiento es el rol de Liderazgo dentro de una organización, un grupo o cualquier proyecto, y pasa porque asumir esa responsabilidad trae consigo unas decisiones que tomar, que en muchos casos tienen de todo menos de populares.
Lo vemos en la política, en los deportes, en la vida empresarial y hasta en las familias. El rol de Líder debe tomar decisiones por el bien del grupo así estás no sean bien vistas por la gente, debe hacer sacrificios, algunas veces de personas, en el buen sentido de las palabra, para proteger al resto del equipo, así es y así ha sido siempre.
No podemos pretender en este papel que nos corresponde actuar cada día, quedar siempre bien con todo el mundo, ser el mejor amigo de todos y que nuestros seguidores no hablen mal a nuestra espalda de nuestra gestión o nuestras decisiones y que muchas veces les cueste reconocer nuestros aciertos y sacrificios.
Un político, por citar solo un ejemplo de actualidad, promete mil cosas para ser elegido y cuando logra esa elección y se enfrenta a los retos y realidades de su cargo debe empezar a sacrificar popularidad para tomar medidas difíciles y que al afectar el bolsillo de muchos se convierten en comidilla generalizada de sus detractores y de muchos de sus seguidores, pero en su papel las debe tomar si quiere en el mediano y largo plazo obtener buenos resultados para beneficio de todos.
Un papá o una mamá, no deben pretender ser los "mejores amigos" de sus hijos en todas las circunstancias, a veces, muchas veces, deben actuar como padres y guías poniendo reglas y limites que muy seguramente no van a generar el mejor impacto en su popularidad con los hijos, pero que son necesarias para el futuro de ese hijo o hija en proceso de desarrollo, pues lo padres permisivos y alcahuetas con sus hijos terminan perjudicándolos por no establecer limites y normas, que sin ser excesivas o retrogradas, pueden formar una mejor persona para el futuro.
En la vida empresarial sucede igual, cuantas veces tomar la decisión de despedir a una persona o a un grupo de ellas, es vital para el futuro de la organización, después de haber agotado todas las opciones posibles por mantenerlos, y a pesar del choque en el ambiente laboral, de la perdida de confianza en el líder y de la mala imagen que estas decisiones conllevan, son necesarias para el futuro de la empresa y de todas las partes interesadas.
En mi vida acompañando el desarrollo de líderes en diferentes organizaciones he recibido una pregunta para la cual, muchas veces no encuentro la respuesta indicada, pues considero que no existe, o al menos no la he encontrado:
¿Cuál es la formula para desarrollar el Carácter y el Criterio cómo líder?
Creo que son dos de las cualidades más importantes a tener en cuenta y las más difíciles de desarrollar y enseñar, pues solo la experiencia nos puede fortalecer en ambas y conozco personas que a pesar de los años no lo logran y creo que la razón fundamental para no hacerlo es querer quedar siempre bien con todo el mundo, ceden ante el jefe, a pesar de que saben que está equivocado, ceden ante los compañeros, para evitar ser excluidos y ceden ante sus subalternos para no perder popularidad.
El problema es que estos comportamientos menguan considerablemente su liderazgo, pierden credibilidad y nunca logran inspirar y menos generar la confianza y el respeto que su rol exige. Como líderes debemos ser firmes en nuestras decisiones, ecuánimes en nuestras posiciones e inflexibles con nuestros principios, pues solo así lograremos dejar un legado en los equipos digno de imitar y recordar.
Si tu única motivación para liderar un equipo es ser popular y figurar por tus logros, estás en el camino equivocado, como decía en alguna reflexión anterior:
No cambies tu Actitud por el afán de Pertenecer, todo lo que eres es producto de tu Esfuerzo y Dedicación, deja que los Resultados hablen por ti
¿Algún consejo para fortalecer o desarrollar el Carácter y el Criterio?, déjame tus comentarios para enriquecer la discusión.
Elkin Botero