Todos tenemos un pequeño diablillo por dentro que muchas veces se hace más grande que nuestra razón y nos lleva a decidir equivocadamente en asuntos en los que sería mejor actuar diferente y es normal pues eso es lo que significa esta palabra que tantos dolores de cabeza nos causa en la vida y en nuestro trabajo con los demás
El Egoísmo es el inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás, según la definición de la RAE y de no ser por los superlativos como "desmedidamente", "inmoderado" y "excesivo" sería una buena definición de auto valoración y auto concepto, muy útiles en nuestra necesaria Inteligencia Emocional, pero desastrosos para nuestras relaciones cuando es el EGO el que empieza a decidir por nosotros.
El EGO es un concepto de desarrollo relativamente reciente en la naturaleza humana, supongo que siempre ha existido, pero solo fue Freud el que le paró bolas al asunto y empezó a investigar y desarrollar toda una teoría a su alrededor, tratando de explicarlo como el mediador entre los instintos del "Ello", los ideales del "Superego" y la realidad del mundo exterior. Pero no pretendo con este articulo sentar cátedra sobre psicoanálisis ni nada parecido pues sería pretencioso de mi parte y debemos dejarle ese tema a los expertos.
Somos egoístas por naturaleza, por instinto de protección de nuestra tribu, de nuestras necesidades y de nuestras posesiones y por esa sensación permanente de peligro que tenemos grabada en nuestro cerebro más profundo y que genéticamente, creo yo, hemos venido heredando desde nuestros ancestros que debían cazar y protegerse de los peligros de la naturaleza salvaje de hace miles de años, que no dista mucho de nuestra realidad actual, un poco más sofisticada, pero la lucha y los peligros siguen latentes en nuestro diario vivir.
Ese cerebro instintivo, tomando como base la teoría de los tres cerebros, nos permite solo tener dos opciones: Pelear o Huir y el egoísmo actúa, en mi parecer, desde allí, cuando sentimos amenazado nuestro espacio, nuestras posesiones más amadas o nuestro futuro dejamos que el instinto primitivo se apodere de nuestro cerebro y secuestre toda nuestra razón y emoción y nos convirtamos en un ser muy diferente al que somos normalmente, alejándonos de los demás, fracturando nuestras relaciones, dejando la empatía a un lado y decidiendo como si no existiera nada más en el mundo.
La Confianza tiene que ver con la relación que hay entre mi competencia y el manejo de mis relaciones, y el egoísmo:
Es decir, yo puedo ser muy bueno en lo que hago y tener una relación muy buena con mi equipo o con mi familia, pero si solo pienso en mi (egoísmo), el nivel de confianza que género en los demás es muy bajo, pues las personas que me rodean pensarán que ante cualquier dificultad que tengamos, voy a anteponer mis intereses y no voy a permitir ninguna razón y menos cambiar mi posición pues es desde el ego que tomo mis decisiones.
"El Ego no es un buen aliado cuando das retroalimentación a tu equipo, ten la Humildad de aceptar y entender sus razones y la grandeza de exaltar sus logros, ser el líder no significa tener siempre la razón"
El egoísmo se manifiesta en ciertas actitudes y acciones de nuestro día a día tales como demostrar fortaleza (no me pasa nada) ante situaciones en las que deberíamos, por salud mental, permitirnos ser vulnerables; no aceptar críticas constructivas sobre nuestros actos o decisiones, creyéndonos dueños absolutos de la verdad; ignorar a los que no están de acuerdo con nosotros; hablar a espaldas de los demás, no teniendo la entereza de enfrentarlos; actuando sin humildad ante nuestros logros y evitando a toda costa arriesgarse por temor a perder nuestro estatus o salir de la zona de confort.
No quiero hacer apología del desprendimiento total y de actuar sin pensar en mis propios intereses, nada más alejado de la realidad, la invitación es a que encontremos el Justo Medio en todo lo que hacemos, usar nuestra razón y tomarnos el tiempo necesario para reflexionar, analizar las posibilidades y actuar en consecuencia. Las normas o reglas de nuestra vida no están escritas en piedra y pueden ser cambiadas, ajustadas o eliminadas, lo que funcionaba cuando empezamos, en una relación, en el trabajo, con nuestros hijos o amigos, puede que ya no funcione y deba ser cambiado para el bien de todos los involucrados.
La humildad no es ausencia de fortaleza, por el contrario, es una gran muestra de valor, en cambio el EGOísmo exagerado es una señal inequívoca de falta de liderazgo y madurez.
"El Orgullo es el peor de los consejeros, alimenta nuestro ego y destruye nuestro corazón, se Humilde para aceptar que no siempre tienes la razón"